El mote fresco de cada día


Si usted se acerca a la esquina sur oriente de Alameda con Portugal, verá siempre un carro, pero este  tiene dos temporadas pues en otoño e invierno allí encontrará un excelente maní confitado,  recién preparado y durante primavera y verano podrá refrescarse con un vaso de mote con huesillo, ambos carros eso sí, del mismo dueño.
Esta esquina es así desde hace un año y medio, fecha en que don Alberto Cifuentes, argentino de nacimiento y chileno por adopción, logró comprar un permiso de la Ilustre Municipalidad de Santiago. Desde Neuquén en el sur patagón de la hermana República viene este patiperro y esforzado trabajador que desde 1996 hizo de Chile su patria.
Su rutina diaria comienza bien temprano, a las seis de la mañana cuando se levanta en su casa de la comuna de San Joaquín y luego de tomar desayuno se dirige a un céntrico estacionamiento donde guarda sus carros, recibe el jugo de durazno, el mote y el hielo en escamas, para luego con ayuda de una camioneta le transporten hasta la esquina donde se encontrará hasta las 20 horas de lunes a viernes.
A las 10 ya lo vemos preparando bien el carro con su tambor de 140 litros de jugo y duraznos partidos ahora sin cuescos (hace 10 años, riéndose me cuenta que los dentistas son los más indignados con esta decisión) y los 10 kilos de mote que se ven en primer plano, dentro de una llamativa vitrina transparente, llamando la atención de quien pase por aquí.

Mientras se instala, se aprecian sus 10 años de experiencia a la venta de mote con huesillos, en diferentes esquinas del centro e incluso frente el Mall Panorámico en la comuna de Providencia. Sus productos son de primera calidad, de hecho confiesa que le costó encontrar buenos proveedores y recién al tenerlos empezó la búsqueda de un permiso municipal a su nombre, pues antes siempre estuvo arrendando patentes.
La venta es variable y va de 10 a 30 kilos de mote y de 30 a 280 litros de jugo de durazno, según lo caluroso del día y el gusto del cliente, pues aquí usted compra el vaso de acuerdo al tamaño de su sed o bolsillo y llena solo con jugo, con harto mote, con durazno o sin él y la combinación que el cliente desee. Aquí se cumple la máxima de: “El cliente tiene la razón”.
De carácter afable, no se hace problema en responder los cientos de preguntas acerca de diferentes lugares próximos, que hacen los transeúntes, mientras sigue atendiendo a sus clientes, él tiene claro que seguirá por mucho tiempo en esta esquina y que cada persona que pase por aquí es un potencial cliente si no hoy, en la siguiente ocasión.

Por Jorge Melo Pardo.

Mote con huesillos.
Dirección: Portugal esquina Alameda, Santiago Centro.
Horario: Lunes a viernes de 10:30 a 20:00 horas

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