El regalo
Por Irati Yarza
Nunca me gustaron las películas de miedo, jamás iría al cine a ver uno de ellos. Por eso busqué en internet uno que fuese apto para miedosas como yo. Después de varias historias que descarté solo por el tráiler al final opté por ‘El regalo’. Debo admitir que al no estar convencida para verla sola, reuní todos los compañeros de la casa en el salón para verlo juntos. Eso hizo que la siguiente hora y media aproximadamente que duró la película fuese más llevadera, porque la película de buena tiene muy poco.
El contexto inicial es simple: una pareja se muda a Los Ángeles porque el marido ha conseguido un nuevo trabajo. Un día se juntan con un viejo conocido de la escuela que parece estar empeñado en retomar la relación y volver a ser amigos.
Rebecca Hall (Robyn) y Jason Bateman (Simos) son quienes dan vida a la pareja. Los don juntos forman una bonita relación y sí creo que se complementan y trabajan de una forma muy natural juntos. Pero sus personajes me resultaron muy difíciles de llevar. Joel Edgerton (Gordo) es la gran trama de la película. Él es el amigo que encuentran por casualidad y desde un primer momento se sabe que este hombre sufre de algún problema.
Edgerton trata de aparentar una persona relativamente normal pero con cierto toque. Al principio muestra problemas de socializarse, siendo distante y frío. Y esos pequeños detalles los va agrandando durante la trama.
Todo fluye lentamente, es una película muy muy lenta. Hay pocos personajes y conversaciones. Toda la historia se basa respecto a la relación de pareja, porque es ésta a la que le van surgiendo problemas por ambas partes. Todo parece aburrido al principio pero tiene algunas escenas donde trata de poner al espectador en situación.
Juega mucho con el factor noche. En esos momentos donde oscurece la música cambia a ser misteriosa aunque en muchas ocasiones no llega a ocurrir nada. Pensaba que en ese momento sería cuando empezaría a tomar ritmo la película e iría empeorando la situación, pero no, no aceleró. Los reflejos y las sombras también tienen gran importancia, ya que crean tensión.
Puede resultar algo repetitivo, ya que al principio se repite todo una y otra vez mostrando la vida cotidiana de la pareja y como Edgerton entra en ella. No ocurre nada casi hasta cumplir la hora. Una vez resuelta el primer problema todo se vuelve bonito y feliz. Todo fluye y nada influye. Pero en ese momento vuelve a entrar Edgenton en acción con su problema de obsesión y empieza a caer todo en picado.
Todos los detalles son muy marcados y resaltados. Si el protagonista dice algo por algún objeto, de inmediato la cámara enfoca ese objeto tratando de remarcarlo, haciendo lo mismo con las acciones que quieren que más adelante recordemos. Por ejemplo si hablan de que los monos dan miedo, de inmediato la imagen de algún mono es llevado a pantalla. Sin dejar nada para el final. Me habría gustado más si no me lo hubiesen mostrado tan descaradamente y tuviese que hacer yo misma el esfuerzo de tener que ir atando cabos. Habría sido mucho más entretenido.
Con este thriller psicológico el único estado de inquietud que me ha surgido ha sido la de sentirme nerviosa. Pero no por miedo, sino por la lentitud. Es imposible reaccionar tan lento ante una situación de obsesión como es el de este caso. Agradezco mucho el apoyo de mis compañeros al quedarse con migo hasta el fin aun considerando que no sea una buena película. Aunque esté catalogada como película de miedo, la podría haber visto yo sola en la habitación la noche anterior, por dos pequeños sustos que dé, los superaría.
Título: El regalo
Género: misterio/suspense
Duración: 1h 48min
Director: Joel Edgerton
Comentarios
Publicar un comentario