El regreso de un trovador y su velada de altos y bajos








A sus 71 años, el emblemático cantautor y poeta cubano sigue generando todo un revuelo y es que no es para menos, si  al término del siglo XX, fue elegido en su país como el mejor compositor cubano del siglo.


No es raro el revuelo que causa. Silvio posee más de cuatro décadas de carrera musical, ha grabado al menos quinientas canciones y ha publicado una veintena de álbumes. De este modo, se ha transformado en uno de los cantautores con mayor trascendencia internacional de habla hispana. Su vuelta a Chile claramente causó sensación y quedó más que demostrado.



Su mini gira por Chile, partió el cinco de octubre reencontrándose con el pueblo penquista. Hace 26 años que no regresaba a Concepción y cerca de 12 mil personas esperaban oírlo cantar en el Estadio Ester Roa. De aquel concierto salieron diversos rumores “No saluda, no dice nada, no interactúa, pero canta igual”. Para los santiaguinos, la oportunidad de comprobarlo sería tres días después.

Originalmente los conciertos agendados en Santiago estaban destinados para el día 8 y 9 de octubre en el Movistar Arena. Las entradas tardaron solo un par de horas en agotarse y muchos no pudimos agarrar alguna. Por suerte, la producción dispuso de un nuevo día. Así se abría una nueva posibilidad para quienes habíamos quedado fuera y queríamos ser parte del reencuentro.

11 de Octubre, último concierto. Me había tocado ver fotografías, videos y críticas respecto al show que estaba pronto a ver.

El concierto comenzaba  a las 21:00 hrs, según lo estimaba la entrada. Eran las 20:45 y el estacionamiento fuera del Movistar Arena estaba repleto de autos. Anteriormente había ido a varios conciertos en aquel recinto, pero nunca había visto que se llenara así. En las afueras un par de vendedores ofrecían cintillos, tazones, poleras y banderas con frases de canciones e incluso con algunas consignas de movimientos sociales. Me decidí por una bandera con una frase de la popular "Te doy una canción", mi favorita, la que por cierto, no cantó.

Al entrar, también me encontré con cosas nuevas. Había stands de comida que, a mi juicio, eran demasiado sofisticados y una terraza de madera con luces muy estilo “Patio Bellavista”. Justo a las 21:00 hrs, logré entrar al recinto. Un joven me guío a mi asiento y al sentarme pude apreciar un Movistar Arena repleto, como nunca antes lo había visto, y pude apreciar que no quedaba casi ningún asiento vacío.

Pasaban los minutos y nada. Creo que fueron más de quince y no alcancé a darme cuenta, cuando lo vi salir detrás del escenario, como si nada. Se sentó, tomó su guitarra y comenzó a cantar. Una puesta en escena simple, sin mayores adornos. 



Escucharlo cantar fue mágico, porque su voz sigue intacta, no ha cambiado nada.  Una se queda ahí preguntándose “¿pero cómo?”, porque se sentía como estar escuchando un cd en el living de la casa. Además, en el lugar se generó un ambiente nostálgico, emocionante, donde el público fue respetuoso, sobre todo cuando sucedían momentos como el del inicio. Silvio comenzó con tres canciones que estarían en su nuevo álbum discográfico. Nadie las conocía, porque reinó el silencio, solo al finalizar, los aplausos y gritos tomaron protagonismo.






Se generó una atmósfera de compromiso e intimidad entre el trovador y el público.  Cuando comenzaron a sonar los acordes de sus canciones más conocidas, políticas y revolucionarias, la audiencia cayó a sus pies. Temas como “La Maza”, “Santiago de Chile” o “Pequeña Serenata diurna”, hicieron vibrar a un público que parece fue por los viejos temas.

Entre tanto, se escuchaban manifestaciones de justicia social, sobre todo cuando el cubano se refirió a la lucha feminista. A pesar de que no hablo mucho, solo para introducir uno que otro tema o presentar a sus músicos, fue claro en demostrar su apoyo a las mujeres. Dedicó “Eva” y “Yo te quiero libre” a todas las presentes y, de fondo, se dejaron ver luces verdes, color que simboliza la lucha feminista.

El hombre recibía con mucho respeto las reacciones de los presentes, pero insisto, casi no decía nada. Se dedicó a hacer su trabajo y en ningún momento soltó su guitarra. Su voz intacta; logró  estremecer y emocionar.


Canciones entrañables como “Óleo de una mujer con sombrero”, “Quién fuera” o “Te amaré”, brillaron. La profundidad de sus letras, sumado a la inigualable voz de Silvio y la perfecta ejecución musical, hicieron que fuera un momento emocionante. Realmente es admirable el trabajo de sus músicos, capaces de despertar emociones en el público. Si bien, el protagonista era él, en ningún momento lo hizo notar.  Un trabajo en conjunto muy bien logrado.

Después de casi una hora y media, terminó con la esperada “Ojalá”, la que fue coreada por todo el Movistar Arena. Quizás era la canción más esperada. Se despidió y el público comenzó a gritar por su regreso. Lo hizo y se quedó cantando cuatro canciones más.

Al final, una reverencia y entre aplausos, combinados con gritos, desaparece del escenario.

En lo personal, salí del recinto con una sensación extraña. Había esperado años el momento. Anteriormente no había tenía la oportunidad de verlo, entonces mis expectativas eran muy altas. No puedo negar lo emocionante que fue escucharlo y verlo cantar en vivo. Su voz sigue intacta, no hay dudas de ello, pero fue su actitud con el público y su repertorio tan avaro con los viejos temas, lo que me dejó una sensación extraña.

Me quedé con ganas de escuchar “Unicornio”, “Fábula de los tres hermanos”, “Canción del elegido”, “Por quien merece amor”, “La familia, la propiedad privada y el amor”, “Mariposas” y ¡Ah! para que hablar de “Te doy una canción”. Así podría nombrar muchas otras canciones más. 

Saliendo del recinto vuelvo a ver el estacionamiento lleno, pero ahora estaba lleno de gente. Y entre tanto y tanto escuché muchos “sigue siendo el mismo”, pero no sé qué tanto comparto aquello.

Me quedo con la sensación de que debí conocerlo antes, en otros tiempos, quizás en los mejores. Ahora no está mal, nada de mal, pero faltó ese “algo” que no permite que el evento califique como la velada perfecta.

Silvio es sin duda un clásico de clásicos dentro de la música hispana y lo seguirá siendo. Tal vez  lo único que ha ido cambiado en él, es su actitud frente a la vida y frente a su gente, los mismos que le han permitido seguir vigente.

                                                                                   Por Constanza González Lara

























Concierto Silvio Rodríguez en Chile
Lugares: Estadio Ester Roa/ Concepción, Movistar Arena/ Santiago y Quinta Vergara, Viña del Mar
Fechas: 05 (Concepción) 08,09 y 11 (Santiago) y 15 de octubre (Viña del Mar)
Hora: 21:00 hrs

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