Hounds of Love: Las infinitas aristas del amor de Kate Bush

Con su quinto álbum, Kate Bush logró establecerse en la historia como una maestra de la aventura musical y uno de los genios más singulares de la cultura pop.

Una joven vestida de rojo. Una flor a juego en su melena castaña. Un bosque vacío a excepción de la joven que baila en este. Esta fue la primera imagen que tuve de Kate Bush. Como muchos, conocí a la interprete con el que es sin duda su hit más grande, solo que más de 30 décadas después de su lanzamiento. El vestido rojo con el que Kate Bush danzaba en 1978 con su sencillo debut “Wuthering Heights” se ha convertido en un icono de la cultura pop que renace cada cierto tiempo cuando un nuevo artista menciona cuanto lo ha inspirado Bush. 

Tenía solo 19 años cuando se convirtió en la primera mujer en llegar a la cima del conteo de Reino Unido con una canción escrita por ella misma. Habrá sido por su cautivante video, su pegajoso coro o la inusual presencia de Kate Bush que se diferenciaba de sus contemporáneos setenteros. De cualquier manera, desde ese momento la música tenía un nuevo aire de diversión y originalidad.

Kate Bush es un caso curioso en la música, una artista que ha alcanzado el éxito comercial al mismo tiempo que se mantiene fiel a su música. Sin embargo, su cuarto material “The Dreaming” no alcanzó el éxito esperado por la disquera, la crítica cuestionó el intento de separarse de la música comercial y lo catalogó como el material más raro de la interprete. El sello de Bush miraba con preocupación el siguiente paso de la artista. No hubo de qué preocuparse. “Hounds of Love” aterrizaría con un éxito comercial y una aclamación crítica, posicionándose a futuro como uno de los discos más influyentes del art rock. 

Su quinto álbum de estudio fue producido y escrito en su totalidad por la artista. Pasando por el Art rock y el pop progresivo y tocando temas como la igualdad de género, vulnerabilidad en el amor, relatos mitológicos, maternidad. Hounds of Love se convirtió en el más poderoso material de culto en la discografía de la británica.

No es común que un quinto disco sea el que se destaque por el resto de la discografía de un artista. Pero es en este material que Kate Bush llega a un nivel no antes alcanzado en términos de composición y experimentación, mezclado a la perfección con un alcance comercial. Que una artista haya logrado generar tal éxito en la década de los ochenta con canciones barrocas habla de lo encantado de la audiencia con la interprete. Sumado a su calidad, no podemos dejar de lado la influencia que este álbum en específico ha tenido para el pop más aventurero de las futuras generaciones, tanto en producción, técnica vocal y composición.  

El sencillo principal y puerta de entrada al disco, “Running Up That Hill”, se convertiría en el hit más grande de la artista en Estados Unidos y uno de los más sonados en su repertorio. Siempre con tonos dramáticos, Bush es capaz de aterrizar al punto al que quiere llegar, preguntarle a su compañero qué está dispuesto a hacer para entender su dolor. El sencillo habla de la imposibilidad de entendimiento entre hombres y mujeres debido a las diferentes experiencias que vivimos en la sociedad. “Si tan solo pudiera/ Haría un trato con Dios/ Y haría que nos cambiara de lugar”, canta en el coro que generaciones han replicado, incluida la banda Placebo popularizando a una nueva audiencia la canción.  


Kate Bush – Running Up That Hill 

“Hounds of Love”, “Mother Stands for Comfort”, “Cloudbousting” son ejemplo del dramatismo de la primera mitad del disco, siempre acompañado de diversas texturas y una composición de primer nivel que nos hace recordar el orgullo de la cantante de ser la responsable de su música. “Pero cada vez que llueve/ Estás aquí en mi cabeza/ Como el sol saliendo/ Simplemente sé que algo bueno va a ocurrir”, relata la cantante en Cloudbousting, basando sus relatos en las memorias de Peter Reich y su padre, el psicólogo Wilheim Reich. Uno de los ejemplos de reivindicación a figuras controversiales, elemento parte de la composición de Bush.

Kate Bush – Cloudbousting

Para la segunda mitad, encontramos el material más experimental del disco, casi como si la cantante hubiera querido asegurarse de captar a la audiencia con los primeros tracks para que no pueden soltarse de la locura que se avecinaba. “Waking The Witch” y “Watching You Without Me” son canciones llenas de capas sonoras, con un enorme collage de producciones acompañados por los efectos de distorsión en la voz de la cantante.

Muchas de las canciones del álbum son atmosféricas, sirven de contemplación ante las reflexiones del amor y el mundo que nos ofrece Kate Bush. Hasta que aparece “Jig Of Life”. Este canto pomposo llega a romper cualquier tranquilidad que se puede haber obtenido, una de las canciones más potentes y tensas en la carrera de Bush, casi como una carrera auditiva donde cada violín agrega una nueva velocidad a esta potencia sonora. Uno de los puntos más altos de su historial.

Como un consumidor recurrente de nueva música, constantemente me encuentro pensando “Eso suena a Kate Bush”. Las comparaciones son irritantes, pero dentro de la escena más experimental del pop y el rock es difícil encontrar un intérprete cuyo sonido no haya sido influenciado por Kate Bush. Florence Welch, Lorde, Tori Amos, Perfume Genius, St. Vincent, Björk, Stevie Nicks. Incluso Tupac reconoció la influencia de la cantante sobre él. La irreverencia y originalidad de la cantante sobrepasa así distintos géneros.  

Los triunfos de Kate Bush son una locura por donde se vean. Claro, figuras como Madonna o Lady Gaga se caracterizaron por una persona pública excéntrica, pero su música seguía patrones bastante convencionales con las listas de éxitos. Kate Bush se presentó cantando las baladas más inusuales de los 70 y 80, poniendo en la cima de los conteos musicales una voz, producción y composición diferente a todo lo que sonaba a su alrededor.  

Es difícil encontrar algo negativo dentro de clásicos como este. Existe frustración. Frustración de no haber pensado uno mismo en una creación como esta. Frustración de no poder volver a escuchar este disco como la primera vez y sorprenderte nuevamente. Pero agradecimiento, agradecimiento de que la artista se haya mantenido fiel a sí misma en una industria que casi le dio la espalda. Hounds of Love permanece a más de treinta años de su lanzamiento como una de las piezas claves de la música.

Por Fabián Núñez

Artista: Kate Bush
Álbum: Hounds of Love
Género: Art pop/ Art rock
Lanzamiento: 16 de septiembre 1985
Duración: 47:33min.
Discográfica: EMI  


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