Sub Mechada: un intento de oasis


Llego al Jumbo de Puente Alto, luego de un apabullante viaje en metro. Mi objetivo allí es comprar comida, pero no dentro del supermercado, sino en el subterráneo, específicamente en el área de estacionamiento.
Es raro, pero es verdad. Llegas al frontis del supermercado del elefantito ubicado en la calle Santo Domingo #67, pasas por su pasillo comercial de tiendas que venden todo tipo de ropa y también de zapatos. Una vez que llegas al final, en vez de entrar a comprar, doblas a tu izquierda por la escalera que da al estacionamiento. Ahí, en medio del área de bicicletas y algunos autos puedes encontrar​ el carrito de Sub Mechada.


Un tanto desconfiado veo lo que ofrece (cafés, tortas, helados, confites, sándwiches, completos y pizza), me siento en uno de los tres asientos​ que hay frente a la barra y se acerca la dueña. Me dice que no le queda nada dulce por lo que opto por lo seguro y pido un completo especial tomate mayo con una lata de Kem piña ($1700).
Luego de una rápida pero exhaustiva revisión de la higiene del puesto, que resulta ser muy buena, veo que no tiene nada listo. Pone un pan a calentar en una cocina mientras cuece una vienesa y pela un tomate grande ¿Con mayonesa normal o casera? Me pregunta sin haber avanzado mucho en la preparación. Normal le respondo, desconfiando como siempre de lo que se prepara en “casa”.   Me anticipo para lo que creo será una espera larga y saco el diario, pero para mí sorpresa no alcanzo a hojear ni tres páginas cuando pone el completo delante de mí, literalmente en menos de dos minutos.


Se me abre el apetito y le añado kétchup y mostaza luego de una pequeña clase que me da la dueña para que no confunda los potes y termine echándole ají. Ataco con la primera mordida. Pan caliente, vienesa caliente, tomate fresco y aderezos en su medida justa. Todo muy rico y sabroso, pero algo andaba mal, me sentía incómodo. Miro hacia la izquierda y gran parte de la fila de un Servipag que se encuentra de forma paralela al Sub Mechada me observaba mientras comía.
Decido mirar el diario para evitar poner atención a esas miradas que sigo sintiendo en mi espalda, cuando de pronto un auto rojo pasa muy cerca del lugar en donde estoy sentado, haciendo que todo el piso vibre y dejando una nube de humo proveniente del tubo de escape. Pésimo posicionamiento para poner un carrito de comida, pues a partir de ese instante el traspaso de vehículos se hizo más y más recurrente.
Cansado de gases tóxicos, termino el completo entero y media bebida en cinco minutos con el afán de salir pronto de ahí. Al irme la dueña de Sub Mechada se despide amablemente, mientras yo ya hacía un resumen mental de mi experiencia sobre su carrito.
Si bien el completo no cuenta de una gran complejidad es difícil pensar en uno que sea mejor al que haya probado ahí, el único punto negativo de la comida es su tamaño, podría ser un poco más grande, pero bajo la lógica de que los carritos están para ofrecer algo al paso y no un almuerzo o un plato muy elaborado, es un aspecto que se puede dejar pasar. Por el contrario, lo que sí es muy relevante es el lugar donde está ubicado, en medio de un estacionamiento, paralelo a un Servipag siempre lleno de gente y frente al punto de reciclaje del supermercado. 
Entiendo que la estrategia sea llamar la atención de quienes hacen la eterna fila, pero para aquellos que desean sentarse y disfrutar lo que han comprado, claramente no es la mejor opción.
Por Rodrigo Lemus M.


Nombre: Sub Mechada
Dirección: Santo Domingo #67 (subterráneo supermercado Jumbo)
Facebook: SubMechada Sándwicheria 
Horario: 9:00 hrs - 19:30 hrs.

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