Adiós
Mundo Cruel: Un suplicio para los oídos
Por Danilo Soto Carrillos
Yo me considero una persona que escucha de todo,
sobre todo debido a mi infancia con mi familia quienes les gustaba diversos
tipos de música. Evidentemente se supone que al escuchar un tema en particular debe
brindarte sentimientos de alivio, nostalgia y felicidad, sin embargo, hay
canciones que logran el efecto opuesto y terminas con un fuerte dolor de
cabeza, vértigo y un zumbido desagradable en las orejas.
En Chile, muchas generaciones siguen marcada por las canciones de la nueva ola chilena surgida entre los 60 y 70, dando inicio a artistas y grupos como; Los Ramblers, El pollo Fuentes, Buddy Richard, Cecilia, Luis Dimas y el difunto Peter Rock.
En Chile, muchas generaciones siguen marcada por las canciones de la nueva ola chilena surgida entre los 60 y 70, dando inicio a artistas y grupos como; Los Ramblers, El pollo Fuentes, Buddy Richard, Cecilia, Luis Dimas y el difunto Peter Rock.
En Argentina tenemos a Leo Dan, Leonardo Favio, en
Perú estaban los Saiters y México tenía al Enrique Guzmán. Todos tenían en
aquel momento un denominador común; tomar las canciones gringas y
traduciéndolas al español. La idea no es mala pero hay cosas que no calzan
debido a que si se traduce algo es importante que conserve el ritmo sin perder
el sentido.
En mi caso nunca me ha gustado la nueva ola por
varias razones, la primera es porque mi familia no se cansaba nunca de escuchar
a Los Ramblers o Cecilia, Leo Dan y Leonardo Favio, los cuales considero la
excepción a la regla de mi repudio hacia la nueva ola, en contraste a mi madre
quien fanáticos de aquella música, recordándole su juventud. Si ella no hubiese
puesto esas canciones todos los domingos a partir de las 9 de la mañana,
posiblemente no las odiara, sin embargo, no es mi caso.
Mencionando lo anterior, hay canciones que siempre
me han irritado más que otras como por ejemplo la canción “Adiós mundo Cruel”
de Enrique Guzmán. Ese tema es uno de los peores que haya escuchado en mi vida,
con sus saxo estridente y su letra que básicamente te incita al suicidio, no
antes de causarte una fuerte jaqueca.
Además de su contexto totalmente cursi, por no decir
cebollero en el cual se supone que las personas bailaban sobre ese tema. No
logro entender cómo era posible que gente pueda bailar sobre un tema, era
normal con la era del rock and roll y sus jóvenes tenían escuchaban otro tipo
de ritmo y ese tema en particular estaba de moda.
El otro punto que no me gusta, es la acústica
demasiado ruidosa de la canción con su exceso de trompeta que podría reventarte
los tímpanos dejándote sordo después de haber escuchado un suplicio de 2
minutos y 17 segundos de cacofonía y vomito verbal.
En conclusión, a carácter personal y por conocer
casi todos los temas de la nueva ola para mi dice básicamente lo mismo, son
copias de las canciones gringas, salvos las argentinas que son la excepción a
la regla ya que se inspiran de boleros italianos. Con respecto al tema de Guzmán
no lo recomendaría para nada, es demasiado repetitivo y simplemente aburre.
No me considero experto en ese tema pero en base al
conocimiento y con todos los malditos casetes que mi madre solía escuchar los
fines de semana, tengo bastante experiencia para decir que no soporto esa
canción que muchos adoran, me provoca un tremendo fastidio y el efecto
mencionado anteriormente, como vértigo, nauseas, depresión, dolor de cabeza y
un fuerte zumbido a los oídos.
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