Almuerzos rápidos, bonitos y baratos en Schopdog




Me dirijo a Estación Central, el típico camino lleno de comerciantes, aglomeración de gente, empujones, robos y mucho calor. Los locales para almorzar son variados, entre comida rápida y sándwiches.

Caminando por el terminal de trenes, yendo hacia la calle exposición, me topo con el conocido restaurant “Schopdog”, sin mucha fe, pero sí con hambre. Lo dudé, pero la imagen que se plasmaba afuera donde mostraban un plato de pollo con papas fritas, me terminó por convencer. Esperaba precios bastante elevados para un almuerzo promedio, pero la sorpresa fue grata.

Ingreso, lo primero que me llama la atención es la decoración, el estilo vintage que ilustran en sus murallas, los artefactos tan retros que se encargan de poner, entre scooter, vinilos, logos antiguos e imágenes de la Marilyn Monroe. Creo que es un lindo detalle para un local tener un sello propio y bajo mi punto de vista este restaurant lo tiene.

Me siento, la garzona muy cordialmente me entrega la carta, esperó que tomara una decisión y rápidamente se acercó para tomar mi pedido. Me inclino por los platos más contundentes, los precios varían, pero son accesibles. 

El menú tiene un amplio recorrido, desde pastas hasta filete. Tragos, postres y ensaladas se robaron mi mirada, la verdad me sorprendió que este local a pesar de ser conocido por su venta de alcohol, o bien, para ir a compartir con amigos, tuviera tanta diversidad en almuerzos, específicamente. 

Un elegante plato con pollo, arroz, lechuga, tomate con cilantro, papas fritas y pan de ajo, fue mi elección. Todo por un valor de $3990 más el bebestible, obviamente. Un buen precio para un estudiante promedio o para un trabajador que constantemente debe buscar un lugar de comida rápida porque su tiempo es corto. El plato estaba fresco y a mi gusto, en las raciones específicas.


El arroz estaba en su cocción perfecta al igual que las papas fritas. El tomate y la lechuga tenían un buen sabor y esto se superó gracias a los condimentos que estaban a disposición en la mesa (aceite de oliva, sal y aceto balsámico), un poco seca la lechuga, pero no me molestó. La bebestible estaba en perfecto estado, una soda refrescante, ideal para le día de calor que me acompañaba.

Es difícil encontrar un local donde te den un almuerzo que no sea comida chatarra, contundente y barato, con todo lo que lleva este, ensalada, bebestible y plato de fondo. En ese sentido Schopdog, cumple mis necesidades.

Me sentí conforme, pero no del todo. El local en sí no cumplió todas mis expectativas a cabalidad. Sí, es por la comida que vamos a un restaurant, pero creo que la comodidad dentro de este también juega un rol importante para entregar un buen servicio.

No había tocado el plato cuando se me acerca un vendedor ambulante a ofrecer unas velas aromáticas, las cuales me negué a comprar. No pasaron ni cinco minutos y se me acercó otro y me dejó en la mesa un polvo efervescente. Mi paciencia comenzó a desaparecer con el tercero que dejó unas plastilinas y me insistió para comprar. No quería ser descortés, pero es incómodo que te estén dejando productos para la venta en la mesa donde estas comiendo, se supone, tranquilamente.



La mayoría de la gente que estaba consumiendo en el local se sintió incomoda, lo noté en sus caras, muchos comenzaron a quejarse, estos vendedores ambulantes eran bastantes invasores e impedían una buena estadía en ese lugar.

Luego de un rato ya no soporté más y le pedí a la garzona que por favor pusiera más atención en la gente que ingresaba con mercadería al lugar. Llegaron los guardias del Mall Arauco Estación y no le permitieron más el ingreso. Me sentí culpable en un momento, pero por fin pude seguir disfrutando de mi plato.

Pese a esta experiencia, de todas maneras, recomiendo este local, quizá en otra sucursal, pero respecto a la comida debo asumir que lo encontré bastante rico. Siento que en sí, los platos son perfectos para un almuerzo a la rápida. La porción para un valor tan accesible es generosa.





Por Paula García





Schopdog
Estación Central, Mall Arauco Estación,
Av. Libertador Bernardo O’Higgins N°3156

Comentarios

Entradas populares de este blog

Creo: la canción que renació a Callejeros

Kill Bill Vol. 1 y 2: una explosión de sangre y venganza

La “Casa China” de Puente Alto: un almuerzo que no convenció