La misión: Una historia desconocida de Sudamérica



Director: Roland Joffé.
Guión: Robert Bolt.
Música: Ennio Morricone.
Fotografía: Chris Menges.
Vestuario: Enrico Sabbatini.
Reparto: Robert de Niro, Jeremy Irons, Ray Mc Anally, Aidan Quinn, Liam Neeson.
Reino Unido, 1986, 126 minutos.



Cuando una película comienza diciendo que es una representación basada en hechos reales, uno debe inferir que la fantasía no es predominante aquí y que gran parte de ella ocurrió en el año 1750, de hecho la Misión de San Miguel si existió en cambio la Misión de san Carlos, no.

Lo primero que llama la atención de este film son los paisajes, tanto así, que el único premio Oscar otorgado fue precisamente el de Fotografía (tuvo siete nominaciones). Gracias a las imponentes cataratas de Iguazú, logra cautivar al espectador desde el principio, para luego sumergirlo en la selva y algunas escenas en el supuesto Asunción de la época.

Indudablemente es un drama histórico muy bien tratado, aquí se puede apreciar la confrontación que hubo entre los Imperios español, portugués y la Iglesia Católica por el territorio donde vivían los Guaraníes y ellos mismos, pues para los portugueses la esclavitud era parte importante de su desarrollo.

El nuncio del Papa, el Cardenal Altamirano, comienza redactando una carta al Papa en el año 1758 donde enunciaba que el asunto que lo había llevado hasta allí estaba resuelto, que los nativos ya podían ser explotados, sin embargo titubea, su rostro transpira incertidumbre, cambia sus palabras y resalta la labor evangelizadora que tienen Los Jesuitas.

A continuación hace su aparición el padre Gabriel, interpretado por Jeremy Irons, quien solo acompañado de un oboe logra cautivar a los nativos y levantar la ficticia Misión de san Carlos en lo alto de las Cataratas.

Luego aparece el capitán Rodrigo Mendoza, un mercenario, vendedor de esclavos, que después de asesinar a su hermano por el amor de una mujer, busca su redención en la Orden Jesuita, allí lo encuentra el padre Gabriel y le ofrece ir por ella trabajando junto a él en la misión.

No muy convencido acepta, pues todo por lo cual luchaba ya no estaba, ni su mujer ni su hermano. Es en este primer tercio cuando se puede apreciar lo bien logrado de la dirección en conjunto con la actuación, la selección de fotografías y la banda sonora.

En este viaje en busca de la redención, se puede apreciar física y metafóricamente como arrastra con todo su pasado, su armadura y armas, y que después de un largo peregrinar hasta llegar a la misión de San Carlos, finalmente son los mismos indios que el cazaba, quienes cortan, literalmente, su carga, lo liberan del pasado para volver a empezar.

Finalmente, aquí tenemos a un converso que se transforma en el más fiel defensor de la causa indígena, como un paralelo de San Pablo respecto a la causa de los primeros cristianos contra el Imperio Romano.

Definitivamente una gran película que hay que ver, tanto si se está buscando un acercamiento histórico a los orígenes de la vida y cultura del Río de la Plata, como a emocionarse con la transformación de un ser humano y todo su proceso de redención y además disfrutar de paisajes de una belleza majestuosa, junto a una banda sonora que supo unir tradición y modernidad.

La musicalización, a cargo de Ennio Morricone, es considerada a juicio de muchos expertos, como una de las mejores de todos los tiempos y a pesar de haber sido nominada a la mejor banda sonora, perdió ante el trabajo de Platoon, pero sí consiguió un Globo de Oro y un premio Bafta, en esta categoría.

Como anexo mencionar que fue ganadora entre otros premios de la Palma de oro y el Grand Prix de la Comisión Superior Técnica del festival de Cannes 1986, Premio Bafta al mejor actor de reparto 1987, Ray McAnally; Premio Globo de Oro al mejor Guión 1987; Premio Bafta al mejor Montaje1987, Jim Clark y Premio David de Donatello al mejor Productor extranjero, David Puttnam y Fernando Ghia.



Por Jorge Melo Pardo



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