Soda Stereo (1984): el origen de todo
Por Javiera Guerrero Cuello
“Me encantan las canciones de Cerati, esas antigüitas”, decía mi mamá cada vez que
escuchaba la voz del líder de Soda Stereo. A mí, en plena preadolescencia, igual me
gustaban sus temas, pero coreaba los clásicos. Por esto, en mi búsqueda de regalos para
alguna fecha especial que ya no recuerdo, y para ampliar mi repertorio musical, decidí
consentir a quien me dio la vida: le regalé el primer disco de Soda, el homónimo.
Fue en 1984 cuando Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti hicieron su debut
discográfico de larga duración bajo el nombre de Soda Stereo. Los 35 minutos que
componen este álbum fueron los primeros pasos para cimentar el éxito de la banda.
Porque si de algo hay que estar seguros es que los argentinos son uno de los mayores
exponentes musicales del continente.
Destacarse en la época no era sencillo. Por aquellos años el rock argentino tuvo un boom y
muchas bandas pegaron fuerte, como G.I.T y Virus (imposible no nombrar “Pronta
entrega”). Pero lo de Soda Stereo fue algo particular, porque, aunque el new wave era un
denominador común entre estas agrupaciones, los liderados por Cerati tenían un aire
especial, algo en sus líricas que sobrepasaba a los demás.
“Un misil en mi placard”, “Sobredosis de TV” y “Dietético” son sólo algunas de las
canciones que dan vida a este álbum. Cuando las vi en el reverso del disco, no cachaba N-
A-D-A. Ahora, muuuchos años después de haber invertido la platita de mis colaciones
escolares, aseguro que aquí están los primeros temas de Soda que se quedaron
impregnados en el inconsciente colectivo.
Si nos vamos tema por tema: ¿Quién puede decir que jamás ha cantado o tarareado “Te
hacen falta vitaminas”? Hoy, cuando han pasado 34 años desde el lanzamiento de esta
canción, es usada para musicalizar un comercial que todos los días dan por la tele. Lo
bueno es que no la están destruyendo, porque sólo utilizan su versión karaoke, así que
más se puede cantar.
“¿Por qué no puedo ser del Jet Set?” debe ser otra de las canciones que sobresalen. Los
ochentas fueron una década en el que el consumo mediático comenzó a ser mayor, y
obvio que Soda Stereo tenía algo que decir. El hit estaba pensado para ser una sátira de
las revistas de la época por cómo cubrían la vida de las celebridades europeas. La letra lo
deja todo claro.
Con esa gente diferente
Yo me codeo, qué tipo inteligente
Tengo el bolsillo agujereado
Pero al menos tengo un Rolex
Lo he logrado
Punto aparte para el que se convirtió en el primer gran éxito de la banda: “Trátame
Suavemente”. Esta es la canción diferente del disco, la que entrega la cuota de
sentimentalismo. Recuerdo tan claramente que hubo un año en que fue la semejante
latina de “Wonderwall”: estaba en todas las presentaciones escolares, todos la cantaban,
tuvo como un nuevo nacimiento.
El primer disco de Soda Stereo debe ser lo más diferente al Soda que conocemos. A ratos
tiene un estilo muy ska, muy new wave, muy The Cure. A pesar de esto, y de que sea
considerado uno de los álbumes más bajos de la banda, es un clásico absoluto. La onda
que tiene responde perfectamente a la época en la que se gestó este trabajo y creo que es
una de las mejores definiciones con respecto a lo musical que estaba pasando en
Argentina.
¿Cómo me fue con mi regalo? Cuando mi mamá lo escuchó por primera vez, con suerte
reconoció tres temas. Aunque muchas veces me dijo que le gustaba el Cerati de los
ochenta, ESTE ÁLBUM NO ESTABA EN SU CABEZA. Después me di cuenta de que todo era
una mentira y que le gustaba más su carrera solista. Pero como mi santa madre, hay
muchos que reniegan de este trabajo. Por mi parte, lo disfruto cada vez que tengo la
oportunidad de escucharlo.
“Me encantan las canciones de Cerati, esas antigüitas”, decía mi mamá cada vez que
escuchaba la voz del líder de Soda Stereo. A mí, en plena preadolescencia, igual me
gustaban sus temas, pero coreaba los clásicos. Por esto, en mi búsqueda de regalos para
alguna fecha especial que ya no recuerdo, y para ampliar mi repertorio musical, decidí
consentir a quien me dio la vida: le regalé el primer disco de Soda, el homónimo.
Fue en 1984 cuando Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti hicieron su debut
discográfico de larga duración bajo el nombre de Soda Stereo. Los 35 minutos que
componen este álbum fueron los primeros pasos para cimentar el éxito de la banda.
Porque si de algo hay que estar seguros es que los argentinos son uno de los mayores
exponentes musicales del continente.
Destacarse en la época no era sencillo. Por aquellos años el rock argentino tuvo un boom y
muchas bandas pegaron fuerte, como G.I.T y Virus (imposible no nombrar “Pronta
entrega”). Pero lo de Soda Stereo fue algo particular, porque, aunque el new wave era un
denominador común entre estas agrupaciones, los liderados por Cerati tenían un aire
especial, algo en sus líricas que sobrepasaba a los demás.
“Un misil en mi placard”, “Sobredosis de TV” y “Dietético” son sólo algunas de las
canciones que dan vida a este álbum. Cuando las vi en el reverso del disco, no cachaba N-
A-D-A. Ahora, muuuchos años después de haber invertido la platita de mis colaciones
escolares, aseguro que aquí están los primeros temas de Soda que se quedaron
impregnados en el inconsciente colectivo.
Si nos vamos tema por tema: ¿Quién puede decir que jamás ha cantado o tarareado “Te
hacen falta vitaminas”? Hoy, cuando han pasado 34 años desde el lanzamiento de esta
canción, es usada para musicalizar un comercial que todos los días dan por la tele. Lo
bueno es que no la están destruyendo, porque sólo utilizan su versión karaoke, así que
más se puede cantar.
“¿Por qué no puedo ser del Jet Set?” debe ser otra de las canciones que sobresalen. Los
ochentas fueron una década en el que el consumo mediático comenzó a ser mayor, y
obvio que Soda Stereo tenía algo que decir. El hit estaba pensado para ser una sátira de
las revistas de la época por cómo cubrían la vida de las celebridades europeas. La letra lo
deja todo claro.
Con esa gente diferente
Yo me codeo, qué tipo inteligente
Tengo el bolsillo agujereado
Pero al menos tengo un Rolex
Lo he logrado
Punto aparte para el que se convirtió en el primer gran éxito de la banda: “Trátame
Suavemente”. Esta es la canción diferente del disco, la que entrega la cuota de
sentimentalismo. Recuerdo tan claramente que hubo un año en que fue la semejante
latina de “Wonderwall”: estaba en todas las presentaciones escolares, todos la cantaban,
tuvo como un nuevo nacimiento.
El primer disco de Soda Stereo debe ser lo más diferente al Soda que conocemos. A ratos
tiene un estilo muy ska, muy new wave, muy The Cure. A pesar de esto, y de que sea
considerado uno de los álbumes más bajos de la banda, es un clásico absoluto. La onda
que tiene responde perfectamente a la época en la que se gestó este trabajo y creo que es
una de las mejores definiciones con respecto a lo musical que estaba pasando en
Argentina.
¿Cómo me fue con mi regalo? Cuando mi mamá lo escuchó por primera vez, con suerte
reconoció tres temas. Aunque muchas veces me dijo que le gustaba el Cerati de los
ochenta, ESTE ÁLBUM NO ESTABA EN SU CABEZA. Después me di cuenta de que todo era
una mentira y que le gustaba más su carrera solista. Pero como mi santa madre, hay
muchos que reniegan de este trabajo. Por mi parte, lo disfruto cada vez que tengo la
oportunidad de escucharlo.
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