Mondo Cane: Lo bueno se repite


¿No les ha pasado que quedan tan rayados con un concierto al que fueron, que necesitan revivir la experiencia una y otra vez? En mi caso, cuando un artista o banda viene a dar un show por primerísima vez al país, queda en mi retina marcado a fuego. Esto fue lo que me pasó con un proyecto de Mike Patton: Mondo Cane. A la fecha, ya ha acumulado seis presentaciones en Chile, tres de ellas durante este año. Pero la primera, la del 2011, fue simplemente mágica.

Vía X tuvo la gentileza de grabar el recital y transmitirlo a través de su señal. Alguien aún más gentil grabó esa transmisión y la subió a youtube. Pero el que se ganó mi corazón fue el que rescató el audio del video, lo cortó y lo puso en una carpetita disponible para descargar a través de la página FNM4EVER. Desde entonces es que conservo esta lista de canciones en mi Ipod.

Mi mamá ya tenía una noción de quién era Mike Patton. Con mis hermanos escuchamos Faith No More desde siempre. Hasta tiene su canción favorita. Small Victory del Angel Dust (1991) fue su ringtone durante un par de años. Además Patton viene tan seguido a Chile a presentarse con sus diferentes bandas, que mi vieja llegó al punto de preguntarme si hay algún recital agendado, porque sabe que voy a todos.

Ella, por su parte, me heredó el gusto por la música de los años 50 y 60. Mondo Cane parecía hecho a medida para ambas. Básicamente porque se trata de reversiones de clásicos del pop italiano de esa misma época, de artistas como Fred buscaglione, Nico Fidenco y Edoardo Vianello, entre muchos otros.

Yo super ignorante por la inexperiencia, me encontré con mi madre reconociendo casi el cien porciento de lo que yo escuché en ese recital. Canciones como “Pinne, Fucile ed Occhiali”, por ejemplo. Parto nombrando este tema porque es uno de mis favoritos. Yo no sé italiano, a lo más puedo comprender algunas frases, por eso me sorprendí cuando mi mamá me comentó que esa canción la escuchó mucho cuando era niña, porque uno de sus tíos cantaba la versión en español. Se acordaba hasta de la letra, así que de repente ella me estaba explicando de qué se trataba.

“Che Notte!” es uno de los singles de Mondo Cane. Es extremadamente energética, muy bulliciosa, pero también una pieza en la que la voz de Patton se luce por la versatilidad de su rango vocal. A mi mamá le gustó, la encontró entretenida. El cantante ocupa elementos como megáfonos o sirenas mientras interpreta este tema, eso le llamó la atención.

Una que le agradó aún más, fue “Ma l'Amore No”. La verdad es que el último tiempo he andado bien pegada con esta canción. Patton grita mucho en los coros, muy al estilo de Faith No more o Tomahawk, pero se torna cadenciosa cada vez que llega a los estribillos. Esta canción era interpretada originalmente por una mujer, la cantante italiana Lina Termini, también es una de las canciones más antiguas, ya que fue lanzada en 1943. 

Con “Urlo Negro” temí un poco, Patton parte gritando desenfrenadamente, muy confrontacional. De hecho la canción habla sobre el odio. Es bien cortita, dura menos de tres minutos, así que el awkward moment with mommy no duró mucho. Aunque a veces me sorprende, conozco bien los gustos de mi madre, así que ya sabía que no iba a ser una de sus favoritas.

“Legata ad un Granello di Sabbia” es una de las canciones que más sonó por estos lados, sobre todo su versión en español. Dulce a más no poder. Decidí cerrar la lista de reproducción con esta canción por lo mismo. Varias veces escuché a mi mamá tararearla mientras hacía sus quehaceres. La pasaban mucho por la radio Oasis, eso hasta antes de que pasara a manos del conglomerado 13 radios de Canal 13.

Patton le hace justicia a las versiones originales. A todas. Mi mamá quedó encantada, tanto, que me expresó sus ganas de ver el show en vivo alguna vez. La elegancia, versatilidad y destreza vocal de Mike Patton son elementos que se hacen evidentes en cada una de las 23 canciones de este Mondo Cane. No mencionar a la orquesta que lo acompañó en esa ocasión sería un gran error, la Orquesta Sinfónica de Chile lo dio todo en el escenario, ejecutando cada instrumento a la perfección. Es increíble cómo un cantante puede unir generaciones con sus capacidades artísticas. Se sabe que hizo estas reversiones luego de divorciarse de su esposa, una italiana. Es triste, pero de algún modo logró sacar lo mejor de él.

Por: Carolina Velásquez Nilo


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