Nunca digas su nombre: el ejemplo de una pésima película de terror

Por Javiera Guerrero
Odio el cine de terror. Nunca veo películas de este género, ni siquiera los tráilers, nada-
nada. Siempre he creído que las cintas de suspenso son ideales para todos los que
queremos estar intrigados por cerca de una hora y media, así que las prefiero mil veces.
Pero esta vez dejé mis gustos de lado y vi “Nunca digas su nombre”, una película
estrenada en 2017 y que sólo me hizo reafirmar mi postura: odio el cine de terror.
“The Bye Bye Man” es el nombre en inglés de esta película y su trama se centra en tres
jóvenes universitarios que se van a vivir a una casa que esconde algo siniestro. Elliot
(Douglas Smith) va descubriendo diversas pistas que lo acercan a este secreto, y una de
ellas es la frase “No lo digas, no lo pienses”, la que está escrita en la base del cajón de una
pequeña mesita. Apariciones tenebrosas, muerte y sangre se pueden ir observando a lo
largo de los 96 eternos minutos de duración de esta cinta.
De vez en cuando es normal decir que una película es mala, pero lo que no es habitual es
decir que es pésima. “Nunca digas su nombre” es pésima. Se supone que las cintas de
terror tienen que hacer eso, aterrar a quienes las ven, pero en este caso nunca pasa eso.
Aunque una hora y media es una duración promedio en la que no te cansas de ver algo,
aquí estos minutos se hacen una eternidad.
¿Pero qué es lo que está mal en la película? Partamos con que la cinta cae en el típico
cliché actual de las películas de terror: los jóvenes y las presencias malignas. Ya se ha
vuelto tan habitual en este género el ver que los adultos jóvenes son los protagonistas de
las historias y que, obviamente, ellos están vinculados con seres demoniacos que vienen a
poner su vida de cabeza. Exactamente este es el caso, porque es este mismo tipo de
personajes el que se desarrolla en ese mismo tipo de contexto. No hay un trabajo por
proponer algo nuevo y novedoso en este film.
Otra cosa que está absolutamente mal son las ideas absurdas. El “no lo digas, no lo
pienses” es la frase que la lleva en esta cinta, desde su inicio y hasta casi el final. Pero si
nos vamos a la parte más lógica, se supone que cuando leemos “no lo pienses”, ya
estamos pensando en aquello que no debemos pensar. Esto nos permite darnos cuenta de
que no había ninguna opción de salvarse de Bye Bye Man.
La película es lenta, se da vueltas mucho rato en lo mismo. Si bien el inicio era capaz de
engancharte, a los 10 minutos ya no le pones atención. Es más, es recién a los 15 minutos
cuando puedes ver algo de “terror” en las escenas, pero se demora tanto en llegar la otra de este mismo estilo que ya te aburriste de esperar. En mi caso, miraba a cada rato el
reproductor del video para saber cuánto tiempo me faltaba para terminar con este
calvario visual.
Los efectos nunca dan miedo y a veces el guion demuestra que es horriblemente malo.
¿Es normal que en la escena en que Bye Bye Man se acerca a Elliot, apuntándolo, me haya
reído? La lentitud con la que avanza el hombre tenebroso está lejos de asustar a alguien,
son segundos en que un poco de agilidad habrían sido de mucha ayuda. Punto aparte la
escena del guiño entre John (Lucien Laviscount) y la detective Shaw (Carrie-Anne Moss),
porque es el mejor ejemplo de lo que es la vergüenza ajena.
decir que es pésima. “Nunca digas su nombre” es pésima. Se supone que las cintas de
terror tienen que hacer eso, aterrar a quienes las ven, pero en este caso nunca pasa eso.
Aunque una hora y media es una duración promedio en la que no te cansas de ver algo,
aquí estos minutos se hacen una eternidad.
¿Pero qué es lo que está mal en la película? Partamos con que la cinta cae en el típico
cliché actual de las películas de terror: los jóvenes y las presencias malignas. Ya se ha
vuelto tan habitual en este género el ver que los adultos jóvenes son los protagonistas de
las historias y que, obviamente, ellos están vinculados con seres demoniacos que vienen a
poner su vida de cabeza. Exactamente este es el caso, porque es este mismo tipo de
personajes el que se desarrolla en ese mismo tipo de contexto. No hay un trabajo por
proponer algo nuevo y novedoso en este film.
Otra cosa que está absolutamente mal son las ideas absurdas. El “no lo digas, no lo
pienses” es la frase que la lleva en esta cinta, desde su inicio y hasta casi el final. Pero si
nos vamos a la parte más lógica, se supone que cuando leemos “no lo pienses”, ya
estamos pensando en aquello que no debemos pensar. Esto nos permite darnos cuenta de
que no había ninguna opción de salvarse de Bye Bye Man.
La película es lenta, se da vueltas mucho rato en lo mismo. Si bien el inicio era capaz de
engancharte, a los 10 minutos ya no le pones atención. Es más, es recién a los 15 minutos
cuando puedes ver algo de “terror” en las escenas, pero se demora tanto en llegar la otra de este mismo estilo que ya te aburriste de esperar. En mi caso, miraba a cada rato el
reproductor del video para saber cuánto tiempo me faltaba para terminar con este
calvario visual.
Los efectos nunca dan miedo y a veces el guion demuestra que es horriblemente malo.
¿Es normal que en la escena en que Bye Bye Man se acerca a Elliot, apuntándolo, me haya
reído? La lentitud con la que avanza el hombre tenebroso está lejos de asustar a alguien,
son segundos en que un poco de agilidad habrían sido de mucha ayuda. Punto aparte la
escena del guiño entre John (Lucien Laviscount) y la detective Shaw (Carrie-Anne Moss),
porque es el mejor ejemplo de lo que es la vergüenza ajena.
“Nunca digas su nombre” es una película de terror que de terror no tiene nada. Su trama
falla tanto en encajar en lo terrorífico que a ratos puede ser hasta cómica, pero ni siquiera
eso lo hace bien. Si eres un amante de este género, ojalá que tu experticia en el tema te
haga odiar esta cinta con todo tu corazón, tal como a mí, que estaría toda una tarde
hablando de lo mala que es.
falla tanto en encajar en lo terrorífico que a ratos puede ser hasta cómica, pero ni siquiera
eso lo hace bien. Si eres un amante de este género, ojalá que tu experticia en el tema te
haga odiar esta cinta con todo tu corazón, tal como a mí, que estaría toda una tarde
hablando de lo mala que es.
Ficha técnica
Título: “The Bye Bye Man”.
Dirección: Stacy Title.
Año: 2017.
Género: Terror.
Duración: 96 minutos.
Título: “The Bye Bye Man”.
Dirección: Stacy Title.
Año: 2017.
Género: Terror.
Duración: 96 minutos.
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