Crítica “American Vandal”, serie original de Netflix
Crítica “American Vandal”, serie original de
Netflix
Fecha de lanzamiento: 2017
Genero: Comedia Dramatica
Dirección: Tony Yacenda
Temporadas: 2
Capitulos: 16

American Vandal es una serie original de Netflix dirigida por Tony
Yacenda y estrenada en el año 2017, siendo encasillada en la clasificación de
comedia dramática y falso documental.
A grandes rasgos, la serie se basa en la historia de una grosera broma
en una típica escuela gringa, que dejó como consecuencia a veintisiete
automóviles de los profesores, vandalizados con imágenes obscenas (penes). El
principal sospechoso es el clásico payaso de la clase, el porro, el bueno pal’
leseo, ese que todos tuvimos alguna vez de compañero de curso, un muchacho
llamado Dylan Maxwell (Jimmy Tatro), quien fue expulsado de la institución a
raíz de este suceso. Sin embargo un estudiante aficionado a los trabajos audiovisuales,
Peter Maldonado (Tyler Álvarez), realiza una investigación en forma de
documental para descubrir si Dylan fue realmente el responsable del vandalismo.
Para partir, es realmente destacable la forma en la cómo se relata y
se envuelve un tema tan absurdo y pueril, de forma que, todos los personajes
tratan la situación como si fuera un crimen de proporciones bíblicas,
pareciendo que nadie se da cuenta de lo chabacano del tema.
También es rescatable cómo los realizadores nos deleitaron con un
análisis profundo de las típicas escuelas norteamericanas, con sus típicos
estereotipos cliché, como los chicos populares, los nerds, las porristas, entre
otros. La diferencia que marca esta serie, es que lograron enfocar el tema de
una manera mucho más real, haciéndonos reír también con un humor negro bastante
inteligente.
Con respecto a lo anterior, American Vandal es una serie protagonizada
en su mayoría por adolescentes, por lo que si bien, su humor gira en torno al
sexo y cosas relacionadas, el guión hace maravillas en términos de generar un
cierto balance entre lo banal y lo profundo.
En términos más serios, retomando la historia principal, este proyecto
audiovisual nos muestra a grandes rasgos el sistema judicial estadounidense -en
Chile también-, donde más que enfocarse en encontrar a los reales culpables,
solo se busca arrestar a alguien. En este sentido, los más vulnerables siempre
son los más afectados, por ejemplo, en este caso, el niño que no le va bien
académicamente, se convirtió en el chivo expiatorio de la historia.
Ahondando en la experiencia Netflix en sí, me parece que este tipo de
series son una buena apuesta por parte de la empresa, que se ha destacado por
los grandes proyectos audiovisuales que promueven y que tratan de temas
interesantes.
A modo personal, Netflix se ha convertido en una especie de amigo
cercano, ya que tiene una cantidad de películas y series que de verdad son
buenas y que acompañan cuando no hay nada que hacer -o sí, teniendo en cuenta
la dificultad de la humanidad de ordenar sus prioridades-
Lo que podría llegar a criticar de la plataforma, obviando claramente
que es una empresa lucrativa, es la restricción de ciertos contenidos, que
dependen del lugar en que nos encontremos, es decir, hay series y películas que
se ven en algunos países y en otros no. Aunque para los más hackers, obviamente
existen opciones para solucionar este problema.
A pesar de los aspectos negativos, debemos reconocer que Netflix ha
cambiado la forma de vivir en el mundo, por módicos precios además,
considerando la cantidad de material al que podemos acceder. Por mi parte,
sinceramente no recuerdo mi vida sin Netflix, y para ser sincera, tampoco tengo
intenciones de recordarla.
Por Valeria Pinto
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