Dunkin Donuts: un local sopredentemente aburrido

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Por Danilo Soto Carrillos

En la ciudad de Santiago hay varios locales donde uno puede comer, es decir, tomar desayuno, almorzar y tomar once, sin embargo, no todos te satisfacen como corresponden que sea por el modo de atender, la calidad con la variedad de los productos que te venden.
Hay otro fenómeno que ocurre cuando vas a algún local que sea de comida rápida hasta un restaurante el caso de la popularización, es decir, que si un local de comida se hace demasiado conocido enfrenta consecuencias negativas como; el aumento de precios, la poca variedad de productos y por terminar la mala atención de los trabajadores de dicho local o restaurante.
En mi caso, he conocido varios restaurantes y locales de comida rápida y pese a eso no me considero una persona mañosa para comer, sin embargo, hay cosas que te irritan y te sacan claramente de quicio.

Desde que empecé a jugar el juego de Pokemon Go con mi grupo vamos a comer al local de hamburguesas Carl’s Jr, sin embargo, eso solo ocurre cuando tenemos dinero.
En el otro caso si no tenemos vamos al único local que sea suficientemente barato y donde puedas recargar tu celular al Dunkin Donuts ubicado en la calle Estado de Santiago Centro.


Ese local pese a tener buenos donuts, parece ser su único interés debido a que cuando pides un café u otro bebestible no lo tienen y es enfermante y latero.
El otro punto es la demora cuando te tienen que entregar el producto con un tiempo de espera que puede a veces durar mas de 15 minutos, agregando la mala cara que te ponen las cajeras cuando pides un producto que supuestamente deberían tener.
Las mesas son chicas y cortas, parecen asientos para liliputiense, además viene la comodidad, porque son tan duros que cuando te vas tienes el trasero moldeado en forma de cuadrado y adolorido.
Sin olvidar de esa horripilante  alarma que sirve de aviso para que los clientes puedan retirar sus productos y de pasada podría reventarte los tímpanos debido a que su volumen es demasiado alto, incluso muchos clientes suelen asustarse al escucharla mientras están conversando.
Es difícil entender cómo logra tener tanto público pese a su escasez en productos y su pésima atención, los donuts son lo único que logran mantener en pie a ese local.
Cuando alguien decide ir a comer o tomar té en algún local para poder descansar un rato se supone que debe producirte un sentimiento de alivio, sin embargo, el Dunkin te produce el efecto contrario, es decir, que aumenta tu nivel de ansiedad por esos malditos ruidos y la gente mala leche que te atiende.
El otro punto que no he mencionado es el precio de los donuts que son bastante accesible para el bolsillo incluso puedes usar tu Junaeb si eres estudiante y si estas desesperado por querer ir al baño o cargar tu celular ese local es para ti pero hay que tener cuidado si eliges los baños ya que la mantención es bastante cuestionable mezclando con olores nauseabundos.
Analizando ese local, puedes entender que ocurre si hay mucha gente que va, se populariza, por lo tanto es sujeto a que aumenten los precios, la mala atención y baje la calidad de los productos.

En conclusión, ese local es bueno solo para comer donuts y llevártelas para tu casa y de esa forma podrías disfrutarlas pero si quieres quedarte e intentar pasar un buen rato con un amigo o quieres invitar a una persona a una cita, es poco recomendable porque arruinaría todo en poco tiempo.


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