Lo que te conté mientras te hacías… ¿la dormida?
Cuando
pienso en mi más temprana infancia y en las bandas que escuchaba, solo puedo
pensar en La Oreja de Van Gogh. Esta agrupación pop española sonó fuerte a
principio de los 2000 en España y Latinoamérica. En mi casa también lo hizo y
puede que haya sido la primera banda de cual me declaré fan. Sin embargo, el
cambio de vocalista fue un tremendo golpe que provocó que dejara de escuchar su
música.
Retomando
los buenos viejos tiempos, uno de mis discos favoritos en esos años era “Lo que
te conté mientras te hacías la dormida” del 2003. Lo que me atraía en esa época
del álbum eran sus melodías pegajosas y alegres, en ningún caso me detenía a
escuchar las letras y analizarlas. Era evidente que había un montón de letras
sobre amor como se evidencia en “Rosas”, “Puedes contar conmigo” y “Nadie como
tú”. Lo curioso es que “Geografía” también retrata una historia de amor, pero
dirigida hacia la inmigración. Algo que no hubiera descubierto en mis jóvenes
años, pero ahora sí.
Mucho menos
hubiera notado la crítica social que inunda “Un Mundo Mejor”, a pesar de que
cuando niña notaba que existía algo extraño en esta canción. Sobre todo, en la
estrofa que dice “quiero encontrarte a ti sonriendo a la vida, si no te sonríe
ella a ti” y las múltiples referencias a una vida privada de libertad.
Pero hay
algo que me hizo ruido en la infancia y ahora que estoy mayor pude descubrir
qué era. Eso que tanto me inquietaba eran las referencias a la muerte a lo
largo del disco. “Vestido Azul” fue una de las primeras canciones que me dio un
guiño hacia esa teoría, debido a que es evidente que se refiere a un suicidio
por amor. En el segundo verso hace alusión sobre las cosas que se encuentran en
el cielo y ese “con mi sangre escribo este final” resumen la desgarradora
melodía sobre un amor que terminó mal.
Lo peor es
que le sigue “Adiós”, una dulce canción que estaba dentro de mis favoritas y
que juraba que se trataba acerca del final de un amor. El tiempo me hizo
recapacitar sobre esta tonada y el significado que le doy ahora es que trata
sobre muerte. Una persona diciéndole a un ser querido que ya no llore más por
su partida, pues siempre estará a su lado.
Podría haber sonado descabellado cuando era niña, pero ahora me hace
mucho sentido.
La otra
clave para llegar a esta teoría fue “Historia de un sueño”. El último track que
compone este disco tiene algo similar a “Adiós”, pero con un ritmo totalmente
distinto. Aquí la historia trata sobre una persona que visita a un ser querido
en su sueño, pues cuando se murió no hubo oportunidad de despedirse. Es
indudable que habla sobre muerte, mencionando el cielo una vez más y
recurriendo a ese adiós para siempre. Los dos mundos que conforman el disco, el
onírico y el de la muerte, se cruzan y den como resultado esta nostálgica
canción.
Con las
famosas tonadas de amor y desamor que inundan la mayoría de las letras del
disco, es difícil darle una segunda lectura. Pero dentro de todo el amor se
esconde una triste historia sobre lo complicado que es decirle adiós para
siempre a un ser querido y no volverlo a ver jamás. Incluso el nombre y la
portada del disco hace explícito este adiós que se da por medio del sueño. Tal
vez nunca me hubiera imaginado que el disco tenía esa temática cuando era niña,
pero ahora es todo lo que puedo pensar cada vez que lo escucho.
Por Tamara
Corvalán.
Banda: La Oreja de Van Gogh.
Album: Lo que te conté mientras te hacías la dormida.
Año: 2003.
Tracks: 14.
Duración: 53:48.
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