Navidad pasada: una comida inolvidable
Por Danilo Soto Carrillos

Durante mi niñez las cenas de navidad siempre han
sido bastante monótonas, sin embargo, nunca nos faltó nada.
En la navidad siempre hemos comido de forma abundante,
especialmente ensaladas de todo tipo, desde papas con cilantro y cebollines, pimentón
con limón, rúcula con cebollas, lechuga roja, repollo morado y tomates con
cilantro.
Un año recuerdo haber comido algo distinto que
fueron mariscos pero nunca he confiado en ese tipo de comida debido a las
enfermedades que pueden traerte como la famosa salmonella.
Mis cenas navideñas más importantes se desarrollaron
dos principales sectores; en el viejo continente donde yo vivía antes, y
actualmente en Chile y las diferencias son bastante peculiares.
En los países europeos se come más en la casa el típico
pavo, pollo, sin embargo, no hace tanto énfasis en las carnes rojas o blancas,
suelen comer un poco más de verduras incluso queso, y eso puede verse reflejado
en la famosa raclette o fondue de queso que suelen comer los suizos y los
franceses.
Ambos platos que pueden comerse durante la pascua u
ocasiones especiales son ambos en base de queso, salvo que en una se come solo
con pan y el resto con papas cosidas, jamón y pepinillo que sirven de aperitivo
o acompañamiento.
Pese haber vivido en un país frio donde son fanáticos
para consumir ese tipo de plato, no es mi caso debido a los horribles dolores
estomacales que me provoca el queso demasiado caliente.
Por eso llegó a una navidad que me brinda nostalgia.
Durante el mes de diciembre del año 2016, tuve la oportunidad de volver a viajar
hacia al antiguo continente para poder festejar navidad con mi familia. Por
casualidad me tocó viajar justo el 24 de diciembre. En ese momento pensaba que
todo iba estar colapsado pero no fue el caso, viajé a conocida compañía Iberia
quien es conocida por ser la peor de todas sobre todo por su jugo de naranja
que suele estar vencido y su comida de pollo o pasta pre envasados pero bueno
no quedé desconforme y comí porque sabía que me esperaba después.
El 25 de diciembre el día de navidad llegué a
Ginebra ,Suiza, justo a la hora de almuerzo. Esa navidad almorcé un plato que
no probaba en años y es la fondue china. Ese plato consiste en mojar trocitos
de carne de vacuno en un caldo de verduras hirviendo hasta estar bien cocidas y
también con pequeños tenedores puede sacarla cuando guste.
En mi caso aparte la fondue recuerdo que tenían preparado
varios tipos de ensaladas; con tomate, de papas con cebollas, de lechuga además
tenían verduras al vapor además habían preparado arroz blanco. Recuerdo haberme
vuelto loco no por la carne sino por las verduras hechas al vapor y las
ensaladas, sin embargo, en aquel momento fue la ensalada de tomates la menos
destacadas debido a que pese a ser un país desarrollado no significa
que tengan verduras de primera calidad.
que tengan verduras de primera calidad.
Recuerdo el gusto suave de la ensalada de papas con
cebollas aliñadas con sal, aceite de oliva, limón y cilantro que le dio un gusto
bastante especial, El otro fueron la ensalada de lechuga con un poco de vinagre
rojo y aceite de oliva donde logras sentir la simplicidad con la cual se puede
preparar algo tan rico y sin calentarse la cabeza.
Después llegó el postre donde tuve el privilegio de
comer tiramisú, un postre italiano hecho con galletas champaña, queso
mascarpone, licor de café y cacao en polvo.
La preparación es bastante difícil y consiste en
remojar las galletas con el licor de café después alinearlas en un plato hondo
y luego cubrir todo con mascarpone y por terminar echar encima el chocolate en
polvo.
En conclusión, mi cena navideña fue bastante rara ya
que me brindó un sentimiento de nostalgia pero recordé lo se sentía comer bien
y sin preocupaciones además variaba de la típica carne al jugo o pavo que
suelen comerse durante las fiestas navideñas.
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